Hay lugares que a nadie dejan indiferente y no encuentran detractores. Uno de ellos es Croacia cuando de viajar se habla. Pisar ese país es empezar a amarlo. Nuestra relación con esa joya adriática empezó hace una década, cuando apuntamos hacia Dalmacia, corazón turístico del estado croata y se consolidó recientemente, con nuestra estancia este verano en la península de Istria. Es de esta última experiencia viajera de la que esta terapia habla.

Mar de Porec.
Como he aclarado en otras terapias viajeras, ésta no pretende constituir una guía de la zona, ni siquiera un post de viajes, sino solo sensibilizar y poner en valor los atractivos de la zona como reclamo para el viajero.
We love Croatia.
Planeamos el viaje desde el norte de España volando con Vueling de Barcelona a Trieste (Italia). Asturias-Barcelona en coche, utilizando un parking económico de cuantos rodean el aeropuerto (son todos similares). El vuelo cumplió sin problemas, pese a las huelgas amenazantes y de las que no nos enteramos (viva el ‘empanamiento’).
Una semana.